L D (EFE) El consejero de Cultura, Jesús Pérez Varela, negó este martes que la decisión de la Xunta de no financiar la gala de los premios Max constituyera un "acto de censura" y mostró su extrañeza ante la defensa de la oposición de un acto que, en otros momentos, hubieran considerado una "españolada".
Pérez Varela compareció en el Parlamento de Galicia, a petición de los grupos de la oposición, para explicar la decisión del Gobierno gallego de no ratificar el acuerdo con la SGAE por el que se hubiera financiado la celebración en Santiago de Compostela de los premios de las artes escénicas.
A su juicio, la oposición, y especialmente el Bloque Nacionalista Galego, defiende ahora esta gala con la finalidad de criticar al Ejecutivo autonómico, ya que, habitualmente, "está en desacuerdo con todo lo que se hace en lengua castellana".
La SGAE tiene suficientes recursos
Pérez Varela argumentó que tanto el BNG como el PSdeG utilizaban los premios Max como un recurso más para atacar al Gobierno gallego en la gestión de la catástrofe, ya que la Xunta "no cometió ningún delito". Primero, precisó, porque la SGAE "no es una empresa pequeña" a la que se haya puesto "en situación de quiebra", sino que tiene suficientes recursos -250 millones de euros anuales- y, segundo, porque TVE retransmitirá esta gala, y "si quieren utilizarla para insultar, van a insultar igual", agregó. Aseguró que la Xunta "no se negó a colaborar con la SGAE", sino que se consideró que ante el "momento delicado" que vive Galicia por la catástrofe del 'Prestige' se podía destinar los más de 300.000 euros a la zona afectada. Así, anunció que la consellería acordó invertir integramente esta cantidad a la reconstrucción del Museo de Man en Camariñas (A Coruña), después de que los técnicos analizasen la mejor utilización de estos fondos.
Los diputados Antón Louro (PSdeG) y Eduardo Gutiérrez (BNG) acusaron al conselleiro de mentir porque quien había dicho la verdad sobre la decisión de no apoyar la gala de los premios Max fue el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, al afirmar que "pagar para que lo insulten a uno, no lo hace más que un tonto". Ambos parlamentarios recordaron al titular del Gobierno gallego que no debía hablar de fondos públicos como si fueran suyos y achacaron la decisión de la Xunta, adoptada una semana después de la celebración de los premios Goya, al temor de que alguno de los premiados pudiera hacer uso de su libertad y censurara su actuación en la gestión de la catástrofe.
Pérez Varela compareció en el Parlamento de Galicia, a petición de los grupos de la oposición, para explicar la decisión del Gobierno gallego de no ratificar el acuerdo con la SGAE por el que se hubiera financiado la celebración en Santiago de Compostela de los premios de las artes escénicas.
A su juicio, la oposición, y especialmente el Bloque Nacionalista Galego, defiende ahora esta gala con la finalidad de criticar al Ejecutivo autonómico, ya que, habitualmente, "está en desacuerdo con todo lo que se hace en lengua castellana".
La SGAE tiene suficientes recursos
Pérez Varela argumentó que tanto el BNG como el PSdeG utilizaban los premios Max como un recurso más para atacar al Gobierno gallego en la gestión de la catástrofe, ya que la Xunta "no cometió ningún delito". Primero, precisó, porque la SGAE "no es una empresa pequeña" a la que se haya puesto "en situación de quiebra", sino que tiene suficientes recursos -250 millones de euros anuales- y, segundo, porque TVE retransmitirá esta gala, y "si quieren utilizarla para insultar, van a insultar igual", agregó. Aseguró que la Xunta "no se negó a colaborar con la SGAE", sino que se consideró que ante el "momento delicado" que vive Galicia por la catástrofe del 'Prestige' se podía destinar los más de 300.000 euros a la zona afectada. Así, anunció que la consellería acordó invertir integramente esta cantidad a la reconstrucción del Museo de Man en Camariñas (A Coruña), después de que los técnicos analizasen la mejor utilización de estos fondos.
Los diputados Antón Louro (PSdeG) y Eduardo Gutiérrez (BNG) acusaron al conselleiro de mentir porque quien había dicho la verdad sobre la decisión de no apoyar la gala de los premios Max fue el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, al afirmar que "pagar para que lo insulten a uno, no lo hace más que un tonto". Ambos parlamentarios recordaron al titular del Gobierno gallego que no debía hablar de fondos públicos como si fueran suyos y achacaron la decisión de la Xunta, adoptada una semana después de la celebración de los premios Goya, al temor de que alguno de los premiados pudiera hacer uso de su libertad y censurara su actuación en la gestión de la catástrofe.